1673

Don Gabriel Diaz Vara, Grandezas y maravillas de la inclyta y sancta ciudad de Roma, 1673, Madrid, Spagna.

En la principal, à mano derecha del Altar Mayor, està una Estatua de la Santa Veronica, por estar sobre ella en la Tribunal el Sacrosanto Sudario donde Chrsito nuestro Señor yendo à consagrarse al Monte Calvario, limpiò el sudor de su Santisimo Rostro, para dexarnos en la tierra esta memoria eterna de su infinito amor, llamase comunmente: el Vulto Santo. En la Estatuta de esta Veronica està la siguiente inscripcion: Salvatoris Imaginem Veronica Sudario exceptam, de loci Maiestas decenter custodiret Urbanus VIII Pont.Max. Marmoreum Signum Altare addidit, conditorium exdruxit, et ornavit.

De la Sacrosanta Basilica de San Pedro in Vaticano, Libro II, Capitulo II

De las Reliquias, que se veneran en esta Sacrosanta Basilica

Las Reliquias mas principales, que conserva esta Iglesia, son las siguientes. La primera es: Una Efigie de el Divino Rostro de Christo nuestro Bien (que el vulgo llama : El Vulto Santo) y à poco mas de quatrocientos y cincuenta passos del la casa de Pilatos, yendo con la Cruz acuestas à gozar de su Triunfo tan deseado, dexò estampado en un lienço, que le diò una Illustre Matrona, llamada: Veronica, para que enjugasse el sudor, y sangre de su Sacratisimo Rostro. Esta tan inestimable Ioya guardò con todo cuydado la Santa Veronica, y no permitiendo su Divina Magestad, se conservasse en Ciudad tan ingrata, la llevò el mesmo año à Roma à Tiberio Cesar, con la ocasion de aver este Emperador entendido, por cartas de Pilatos, los grandes, y portentosos Milagros de Christo, y desando librarse de la lepra, que padecia, embiãdo à informarse de la verdad à Hierusalem à Vespasiano Sabelli su privado. Y no pudiendo sufrir que los perversos Iudios le dixessen que le cuerpo avia sido robado de sus Discipulos, por fingir su Resurreccion, llamò esta Illustre Matrona al Embaxador, y mostròle esta Sacra Imagen, ofreciendole de ir con èl à Roma y que con toda certeza à su vista sanaria al punto TIberio. Y poniendola dentro de una caxa con una pintura de una Imagen de Nuestra Señora, llegando à Roma luego que la viò el Emperador, quedò sano, y mandò se le diesse honor a Chrsito, entre sus Dioses. Esto no tuvo efecto, assi porque lo resistiò el Senado, diziendo: Que este Señor no queria compañeros en el culto, que a un solo Dios se debe, como por aver muerto Tiberio, poco despues en su infidelidad. Y acabando sus santos dias esta Santa Veronica, dandosele sepoltura en esta Iglesia, donde oy se conserva su Santo cuerpo y quedando el Vulto Santo en poder del los Romanos Pontifices, le depositaron en la Iglesia de Santa Maria de la Rotunda, donde estuvo hasta el año setecientos y cinco, que la trasladò  el Papa Iuan Septimo, à una Capilla de la Iglesia antigua, y de alli à la nueva, en la tribuna referida, donde oy se conserva, y venera. Todos los años llevaban los Summos Pontifices, assistidos del Sacro Collegio de Cardenales y Clero, esta Santa Imagen en Procession de esta Iglesia a la de Sancti Spiritus donde hazian una Platica al pueblo, y daban limosna a trecientas personas del Hospital y à mas de mil pobres. Mas el año de mil y ducientos y noventa y seis, el Papa Bonifacio Octavo quitò por justas causas esta Procession, conservando el dar limosna, y mandò: se mostrasse el Viernes Santo al Pueblo esta Santa Imagen; y assi vienen en Procession los de Sancti Spiritus à adorarla este dia.

De la Sacrosanta Basilica de San Pedro in Vaticano, Libro II, Capitulo II

Y las que quieren se Monjas, se pueden quedar en esta casa; y para que las que se han de casar sean vistas, salen tres vezes cada año en Procession; la primera el Domingo mas cercano à San Antonio; la segunda, el dia de San Marcos; la tercera, el dia segundo de Pascua de Espiritu Santo, yendo todos tres à S.Pedro, mostrandoles la primera, y la tercera la Santa Veronica.

De la Iglesia de Santa Tecla, Libro IX, Capitulo XVII

El año de mil seiscientos y veinte obtuvieron de Francia: un Braço deste Santo Obispo; tienen tambien la caxa, en la que la Santa Veronica traxo el Vulto Santo à Roma.

De la Iglesia de San Eloy, Libro XI, Capitulo XL

grandeza

 

Testo in italiano

 

 

 


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