Juan del Encina, Representación de la Pasión y Muerte de Nuestro Redentor, 1492-1496, Alba de Tormes, Spagna.
PADRE – … y de espinas coronado,
cien mil injurias sufriendo,
y gimiendo,
la cruz a cuestas cargado,
arrodillando y cayendo.
VERÓNICA – ¡O, mis benditos hermanos,
qué gran lástima de ver
tan gran Señor padecer
por dexar sus siervos sanos!
¡Pies y manos
clavado, sin merecer,
por salud de los humanos!
Su cara abofeteada
y escupido todo el gesto,
y de espinas, por denuesto,
su cabeça coronada!
[…] Y aun pasando el Salvador
a dar fin a nuestro daño,
yo le di, por cierto, un paño
para limpiarse el sudor,
con dolor
de su dolor muy estraño,
sufrido por nuestro amor.
Y dexóme aquí imprimida
en el paño su figura,
do parece la tristura
de su passión dolorida
sin medida.
PADRE – Hermana, por caridad,
muéstranos su semejança,
qu’es gran bienaventurança
tener tú tal heredad.
VERÓNICA – En verdad,
de mostraros sin tardança
lavor de su magestad.
Veis aquí donde veréis
su figura figurada,
del original sacada
porque crédito me deis.
Si queréis,
su pasión apassionada
aquí la contemplaréis.
PADRE – ¡O, muy bendita muger!
Por tú ser tan piadosa,
eres tú la más dichosa
de quantas pudieran ser,
por tener
figura tan gloriosa
imprimida en tu poder.
HIJO – A quien Cristo dio tal don
gran privança le demuestra.
Sirvámosle, hermana nuestra,
pues es nuestra redención.
PADRE – Con razón,
que bien parece en la muestra
la lavor de su passión.
VERÓNICA – En su passión tan mortal
podéis ver muy bien, hermanos,
si fueron los miembros sanos
yendo la cabeça tal.
Segnalato da Manu
Wordpress is loading infos from clicart
Please wait for API server guteurls.de to collect data fromwww.clicart.it/giacomo/Displa...